jueves, 21 de marzo de 2013

¿Por qué necesitamos ganar?

Llevo muchas partidas a cuesta y puesto que aporto el 90% juegos a los que jugamos en mi grupo suelo quedar en buenas posiciones ya que eso me favorece. Pero aunque siempre juego para ganar (otras veces busco otros caminos para ganar aun sabiendo que no ganaré) no me importa perder (llevo unas 13 partidas al Imperial y nunca he ganado y para mi es juego 10 que nunca me niego a jugar). Pero hay personas que si lo necesitan para disfrutar del juego, es como el que sale de marcha y sino bebe alcohol no se divierte. Esta apreciación no lo digo por mi grupo de juego sino por una meditación del mundo que nos rodea. Donde sino se gana no ha merecido la pena competir, y en mi caso, el principal rival soy yo mismo, juego por hacerlo lo mejor posible con las herramientas de que dispongo.

ganadores natos
Así por curiosidad he buscado el origen de la palabra ganar para ver como lo veían nuestros antepasados y encontré esto: "la palabra ganar procede probablemente del gótico ganan, que significa "codiciar", y está relacionado con el escandinavo antiguo gana, "abrirse la boca", "desear con avidez". El significado de nuestro verbo en castellano evolucionó bajo el influjo de otro verbo romance procedente del germánico, waidanjan, que significa "cosechar", "ganar".
Así que, ¿qué os parece?, ¿jugais para ganar y sino es así os lleváis un "chusco"? o  ¿jugais para ganar pero participar es lo importante?.

3 comentarios:

  1. Igual que tú. Siempre juego para ganar y hago lo posible para ganar, pero si al final pierdes... pues tampoco pasa nada. De hecho, esas partidas apretadas en las que al final todo se decide por 1 o 2 puntillos son las mejores.

    Aún así, sí que conozco gente con el problema que comentas, y que cuando pierde opciones de victoria pierde todo interés en la partida (y en muchas ocasiones, la convierte en un sufrimiento también para los demás).

    Un saludo!

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  2. Yo juego para ganar. Pero si no gano, no me llevo ningún "chusco" (no es "chasco"? xD).
    A su vez, también opino que participar es lo importante, aunque conozco jugadores que se conforman con "sólo participar", lo que los convierte en nadacompetitivos, y, en juegos de conquista-confrontación directa, son sparring xDD

    Un saludo crack !
    (P.D; en breve tendrás correo mío para quedar)

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  3. En su dia me encontre con unas reflexiones que me gustaron mucho, os la pondre mas adelante, estas son mias:
    Participar.....Todo el mundo lo hace
    Competir..... Lo hacemos unos pocos
    Perder...No deja legado
    Ganar...Lo que da sentido a la vida, lo que nos hace inmortales


    En el análisis de un problema, el  perdedor forma parte del conflicto mientras que el ganador está del lado de su solución.Mientras que el perdedor  busca  un motivo para no hacer,  el ganador tiene siempre un proyecto que lo entusiasma, que lo mueve a la acción  y que forma parte de una estrategia personal más amplia. Es decir que el perdedor pone frenos y límites - "esto no me corresponde" -  y el ganador pide hacerse cargo porque sabe que el que no hace no se equivoca pero tampoco aprende.Ante las situaciones que se presentan el perdedor ve siempre amenazas. El ganador descubre  oportunidades. En su interior, el perdedor observa sus debilidades y genera círculos viciosos. El ganador otorga prioridad  a sus fortalezas y transforma  sus defectos en virtudes ingresando en círculos virtuosos creadores de autoestima: el capital invisible y más valioso del hombre.El perdedor vive las cosas como sucesos que le acontecen. El ganador genera cambios para que las cosas sucedan como él quiere que ocurran. Así, el perdedor va a la deriva mientras que el ganador se conoce sí mismo, sabe lo que quiere y esto le genera la energía necesaria para la acción positiva y eficaz.El perdedor culpa a los demás de lo que le pasa. El ganador los respeta y comparte la frase de Confucio: "el hombre superior se acusa siempre a sí mismo, el inferior acusa a los demás".El perdedor anticipa el fracaso por una versión negativa del futuro. El ganador lo ilumina  con una idea y su deseo de concretarla.Ante las  dificultades, el perdedor se preocupa y hace sólo lo posible. El ganador se ocupa y hace todo  necesario  para superarlas aumentando continuamente su círculo de influencia.El perdedor acepta pasivamente su destino, el ganador activamente lo inventa. El perdedor se complica  analizando  en exceso  y termina paralizado por la duda y el miedo. El ganador simplifica y decide sobre lo complejo facilitando su resolución.El perdedor nunca tiene tiempo, actúa como un bombero que siempre apaga incendios. El ganador se concentra en lo importante, en las tareas de alto rendimiento, sabe delegar y trabajar en equipo.El perdedor se concentra en no perder. El ganador imagina el triunfo  y visualiza las acciones necesarias para lograrlo. Se concentre en ganar.El perdedor se debilita con los fracasos. El ganador aprende de ellos: el obstáculo, la adversidad, el error, el problema son para él motores para el cambio. Sabe que el río no genera energía en su transcurso sino cuando se concentra al ser detenido transitoriamente  por el dique y es esa resistencia la que genera la energía que se desplazará luego con fuerza súbita en el momento oportuno.

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