martes, 14 de enero de 2014

Victorias amargas





El pasado sábado quede para jugar con Greencop y Fj para echar un vicio para variar.
Como me dieron a elegir juego, pues no lo dudé y saqué Hansa Teutónica, uno de mis juegos favoritos. Aunque es abstracto "tipo Knizia", las mecánicas, el puteo que tiene y los posibles caminos para ganar hace que esa característica sea una nimiedad.

El juego no lo había jugado Greencop, así que toco un repaso a las reglas, que como sabéis, no es mi fuerte, y de ahí el titulo de esta entrada.

La partida empezó por una lucha por conseguir aumentar las acciones por turno y tener control en las ciudades vecinas. Fj como se vio apartado se fue al norte donde se montó un chiringuito apañado. Tan apañado  que nos sacaba a Greencop y a mi como el doble de puntos, y el problema no era la distancia, sino que él estaba muy cerca de llegar a los 20 puntos para ganar.



Para evitar la victoria rápida, me coloque en los caminos que puntuaba con sus ciudades y dejarlos allí.
Como él tenía 2 acciones y yo 5, lo tenía cogido por el momento. Mientras Greencop mejoraba si situación, pero en este juego la experiencia es un grado y a veces se nota.

El quid de la cuestión es que en una jugada FJ tenía un camino completo donde había un plato ( que dan puntos al final de la partida y habilidades durante la partida) y se "mudó" a otra parte. Posteriormente yo fui a ese camino y conseguí el "plato". Y ahí vino la queja porque ellos creían que si reclamabas el camino tenías que elegir entre ganar la acción, poner un queco en la ciudad o coger el plato. Y es que el plato se coge si o si hagas lo que hagas.

fin de partida

Al tener tantos juegos hay detalles de las reglas que se nos escapan y a veces presuponemos que la peña recuerda ciertas cosas, y ese es mi fallo que tengo que mejorar, porque ganar una partida como está, donde otro jugador podría haber jugado mejor no me satisface, más bien me quita las ganas de jugar porque yo juego para ganar pero más para divertirme y disfrutar con mis amigos.

Después jugamos a Fresco, que por cierto está tirado de precio en Amazon. Un juego que encanta y con unas mecánicas sencillas y bien engranadas me hace disfrutar mucho.


Lo jugamos con la expansión de los retratos y los colores extras, como hacía tiempo que no jugábamos había detalles que no nos acordábamos. Al principio creía que el obispo daba 1 o 2 puntos según donde este y luego vi que daba 2 o 3. Como lo vi casi al poco de jugar pudimos rectificar la situación de partida.


Una cosa curiosa de la partida es que de todas las veces que he jugado  el mercado la mayoría de turnos estaban descompensados, pero en está, ocurrió lo contrario, o por lo menos bajo mi juicio.
Así que no me tentó mucho el madrugar en toda la partida y tuve un trabajador más casi toda ella.

Al principio deje que mis contrincantes sumaran primero, mientras yo me preparaba para coger las 2 losetas de más puntos, así, tuve la suerte de cogerlas justo antes que mis contrincantes.



Desde ese momento estuve siempre por delante de la partida, muy seguido por FJ  y luego Greencop.7
Los problemas surgieron el último turno, cuando quedan las losetas que dan pocos puntos y es mejor y al altar y sacrificar cubos por puntos. FJ creía o le di a entender que al poner trabajador podías sacrificar todos los cubos que quisieras y no una combinación por trabajador, esto ya me volvió a amargar la victoria porque como he dicho entre que explico mal las reglas o presupongo que ciertos jugadores recuerdan algunos detalles, pasan estas cosas. El otro detalle amargo fue que cuando ganas una loseta, esta por detrás tiene una moneda y una mancha de color según el cual hayas usado para conseguirla, detalle que presuponía mal que sabían ellos. Y que es importante porque para conseguir los encargos hace falta 3 losetas de ese color y ellos andaban perdidos.

fin de partida
De esta manera otra victoria amarga que espero que sea la última ya que la próxima  vez pondré mis cinco sentidos en que todo salga como es debido, pero me llevo un mal rollo de esta sesión que me dan ganas de quitarme todos los juegos de encima y volver a los videojuegos, pero una cosa importante de la vida es aprender a levantarte cuando te caes y a mejorar como persona. De este modo espero que el mal rollo se vaya rápido y vuelva el "bueno".

Nos vemos en la mesa.


4 comentarios:

  1. las victorias amargas como las llamas me han pasado más de una vez, ya sea porque no explicas el juego porque ya habiamos jugado y luego resulta que no recordaban algun detalle (¿esto no se puede hacer?), no tienen la paciencia de escuchar toda la explicación de la reglas y desconectan (culpa suya) o me dejo algo por explicar (lo peor de todo).

    Por esta razón prefiero rejugar juegos a enseñar uno nuevo, y tendemos a ir por "modas". Jugar a un juego varias sesiones seguidas durante un tiempo y luego cambiar de juego.

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  2. Anda Ángel, no te fustigues chiquillo. Son cosas de lo más normal en la afición. Anda que no hay juegos que aunque sean fáciles de jugar, tienen mil y un detallitos en las reglas, y alguno se suele olvidar como no te lo repases bien. Hansa es un gran ejemplo de ello. Hay muchas opciones, muchas formas de que acabe la partida, muchas maneras por las que puntuar.
    Normal que ocurra de vez en cuando lo que comentas.

    Ánimo!

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  3. Gracias por los ánimos, pero personalmente cuando juego es para desconectar y pasarlo bien y cuando pasan estas cosas te cortan el rollo.
    Pero bueno, son situaciones poco habituales.

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  4. Amigos míos, lo que hay que hacer es tener una actitud más relajada respecto a esta afición. Y me explico.

    Mi motivo principal por el que juego a juegos de mesa es porque es una actividad social. Por mi parte no entiendo la gente que juega ellos solos en el iPad (yo tengo uno y por supuesto sin ningún juego). Yo juego porque mi objetivo es pasar el rato con los amigos, lo mismo que cuando me voy de cervezas o café por ahí.

    Es por esto que no entiendo una partida con malos rollos. Los malos rollos vienen de precisamente mirar el juego más allá del objetivo de JUGAR con los amigos. Si tus compañeros lúdicos no saben entender esto, o se les reeduca (importante para algunos que conozco) o se busca unos nuevos.

    Por cierto, no digo que no haya que jugar para ganar. Obvio. Y doy dos razones: primero que evidentemente no habría reto y segundo que perderíamos una tradición tan española como el regodeo.

    Así no podría recordarte. Ángel, que la última vez que jugamos a este juego os dí una soberana paliza cuando yo jugué solo con 2 acciones toda la partida. ;)

    Un abrazo!

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